La crisis del coronavirus ha impactado especialmente en el sector turístico, uno de los motores económicos indiscutibles de España, que aportó el 12,3% al PIB en 2018. Pese a que en verano puede mejorar la situación sanitaria, gracias a la llegada de las buenas temperaturas, la pandemia ya ha situado al país en el segundo por tasa de desempleo de la Unión Europea.
Así lo ha manifestado la empresa de consultoría de inversiones e intermediaria de hoteles Best Hotels Spain, que ha realizado un estudio sobre el impacto del Covid-19 en el futuro del turismo. En este punto, repara en que, pese a que la situación mejore en junio, el número de empresas capaces de recuperarse y el de personas dispuestas a viajar en verano será muy reducido.
Pese a ello, desde la compañían extraen los aspectos positivos que dejará esta crisis como, por ejemplo, lo relativo al mercado inmobiliario, que está "a punto de experimentar una importante caída", especialmente en Barcelona, San Sebastián, Palma e Ibiza ciudad. Así, muchas casas se venderán a un precio muy por debajo del original, por lo que tanto residentes como extranjeros podrán adquirir segundas residencias a precio de ganga y, posteriormente, alquilarlas a corto plazo.
El caso de los hoteles
Lo cierto es que la crisis del coronavirus genera gran incertidumbre, pues se desconoce si, una vez superada, se podrá hacer la vida como se hacía antes. Por ejemplo, acudir a grandes conciertos, a reuniones con un gran aforo o dirigir cadenas hoteleras con capacidad para más de 300 huéspedes.
En el caso de que no, de que las aglomeraciones sigan sin recomendarse, los tours y servicios privados "ganarán terreno al turismo de grupo". También, se primarán los servicios de calidad, que extremen la limpieza y cuenten con habitaciones limitadas. Esto se resume, dentro del sector hotelero, en el triunfo de los establecimientos de cuatro o más estrellas.
Por ende, los más beneficiados serían los hoteles de cinco estrellas que dispongan, además, de medidas estrictas y transparentes de prevención de enfermedades infecciosas, ya que la población está más concienciada que nunca sobre la propagación de las mismas. Así, la ciudadanía estaría dispuesta a pagar más por gozar de mayor seguridad sanitaria, por ejemplo por ser obsequiada por el alojamiento con un kit individual de mascarillas, jabón, toallitas húmedas o una botella de gel desinfectante, en lugar de una bebida.
También, tendrán mayor éxito los hoteles familiares con un número limitado de habitaciones y con un marcado servicio personalizado. Lo mismo ocurrirá con las caravanas, ya que permiten realizar viajes individuales y evitar los alojamientos con gran capacidad. Por ello, la habilitación de espacios específicos para estos vehículos puede ser una buena inversión, de acuerdo con Best Hotels Spain.
Otro de los actores turísticos que destaca la compañía son los hoteles agrícolas, debido a que en esta crisis se ha creado consciencia sobre la importancia del suministro de alimentos en situaciones de emergencia. En este punto, la consultoría insiste en que España "tiene muchas opciones para el agroturismo".