Cada día miles de viajeros pasan por las estaciones de metro rumbo a su destino final sin apreciar la posible belleza de las instalaciones. Por razones diversas muchas de esas infraestructuras dejan de funcionar y quedan abandonadas y es entonces cuando surgen iniciativas para darles una segunda oportunidad. Si se aprovecharan sus características, que las hacen enclaves perfectos para albergar una gran variedad de establecimientos, estas instalaciones podrían repercutir en la vitalización del turismo en muchas regiones.
Algunas personas se percatan de esta oportunidad. Así, en París, en 2012, una de las candidatas a la alcaldía, Nathalie Kusciusko-Morizet, organizó un concurso para reutilizar las 16 estaciones abandonadas de la ciudad. Uno de los proyectos que causó mayor admiración fue el de los arquitectos Manal Rachdi y Nicolas Laisné (OXO Architectes) que propusieron darle una segunda vida a los metros en desuso convirtiéndolos en una galería de arte, un teatro, un restaurante o incluso una piscina.
No es la primera vez que Francia intenta darle una segunda vida a estos paradas ferroviarias. La de Saint-Martin se utilizó como refugio para los desamparados y como escenario para el debut del Nissan Qashqai 2010. También las de Porte des Lilas y Arsenal se han utilizado como telón de fondo para películas.
Sin embargo, estar abandonados no es un requisito indispensable para que los metros sean reutilizados, sobre todo como reclamo turístico. Terminales de todo el mundo han dejado de ser lugares de paso para convertirse en auténticos museos:
- Un paseo por la historia en Canadá
La estación MUSEUM de Canadá forma parte de la Yonge-University Spadina Line y toma su nombre del Royal Ontario Museum que se sitúa en la parte superior de la misma. El diseño es obra del Diamond and Schmitt Architects y en 2008 comenzó a exponer piezas del museo original, entre las que destacan las figuras del antiguo Egipto o las del estilo dórico heleno.
- La opulencia como seña de identidad
La Waleed Khalid Bim, de Dubái, se construyó en 2011 y se ha convertido en un museo de la historia de la nación. La instalación está decorada bajo la temática de los cuatro elementos: tierra, aire, fuego y agua. Destaca por su innovación aunque incorpora elementos tradicionales como los arcos y los miradores. Lo más destacado son sus luces azules que salen de cascadas de lámparas de cristal.
- La galería de arte más larga del mundo
La T-Centralen de Estocolmo es uno de los grandes atractivos turísticos de la ciudad. En la mayoría de sus instalaciones cuentan con obras de arte de más de 150 artistas repartidos entre 3 líneas. Por ello, el metro es conocido como ‘la galería de arte más larga del mundo'. Este movimiento no es una novedad. En 1957, siete años después de que se inaugurara la primera línea, las artistas Vera Nilsson y Siri Derkert propusieron que las obras de arte se expusieran allí con el fin de que no fueran solo accesibles para las clases altas. En junio, julio y agosto ofrecen visitas gratuitas guiadas en inglés de entre una hora u hora y media de duración.
- Un palacio en el metro
La estación de Komsomólskaya, en Moscú fue inaugurada en 1952 y es la más lujosa de todo el metro ruso. Sus techos de estilo barroco, decorados con rosetones, o su galería de 68 columnas de mármol blanco son algunos elementos que destacan en la instalación. Su majestuosidad es fruto del énfasis del imperio ruso por demostrarle al mundo su opulencia y grandeza.
El conocido como 'Palacio subterráneo' cuenta con una inmensa variedad de obras de arte, desde estatuas, a frescos, mosaicos o figuras en relieve además de un gran abanico de mármoles. Asimismo, su iluminación, proveniente de varios tipos de candelabros que emiten luces que se reflejan en techos y paredes otorgan al lugar un aire de solemnidad propia de los castillos europeos.
- La majestuosidad de una catedral gótica
La Formosa Boulevard Station en Kaohsiung (Taiwán) es obra del artista Narcissus Quagliata. Su característico ‘Dome of Light’ (Cúpula de la luz) le otorga un aire solemne de catedral gótica y con su diámetro de 30 metros y su superficie de 2.180 metros cuadrados es la obra de arte de cristal más grande del mundo. La terminal cuenta con 4.500 paneles de vidrio de diferentes colores divididos en cuatro cuadrantes donde están representados desde el ciclo de la vida del cosmos, al de la humanidad o la historia política del país.
Y en España...
- Un jardín tropical en plena ciudad
La Estación de Atocha en Madrid comprende tres áreas: la Estación de Madrid Puerta de Atocha, la Estación Madrid Atocha Cercanías y la estación del Metro de Madrid. La terminal acoge un jardín botánico de 4.000 metros cuadrados de extensión que alberga más de 7.200 plantas subtropicales y tropicales de 260 especies y un estanque que alberga peces y galápagos. Esto la convierte en una atracción más dentro del circuito turístico que ofrece la capital.
Éxito asegurado
Teniendo en cuenta que las estaciones de metro son lugares de tránsito casi obligado para los viajeros, su utilización como lugares orientados al ocio o a la exhibición de arte podría aportar un plus de valor a las ciudades que los albergan al ofrecer un entretenimiento adicional entre los principales puntos turísticos. Es más, pueden convertirse en un incentivo para viajar tanto para los locales como para los foráneos. Lo que está claro es que estas infraestructuras siempre van a tener usuarios dispuestos a apreciar sus distracciones, aunque sea durante las esperas en la parada.